miércoles, 7 de agosto de 2013

LA REVISION BIBLIOGRAFICA



   La revisión bibliográfica comprende todas las actividades relacionadas con la búsqueda de información escrita sobre un tema acotado previamente y sobre el cual, se reúne y discute críticamente, toda la información recuperada y utilizada. Su intención va más allá del simple hojear revistas para estar al día en los avances alcanzados en una especialidad, o de la búsqueda de información que responda a una duda muy concreta, surgida en la práctica asistencial o gestora. El investigador desea una perspectiva completa sobre el saber acumulado respecto a un tema, y para alcanzarlo deberá desplegar una estrategia eficiente, entendiéndose como tal, aquélla que le garantice recuperar el mayor número de documentos esenciales relacionados con su investigación.
   Aunque al ordenar las actividades correspondientes a la planificación, la revisión bibliográfica se sitúa inmediatamente después de la identificación y definición del problema-pregunta, se trata de una actividad que debe estar presente a lo largo de todo el estudio.
   Una vez obtenidos los documentos identificados en la revisión bibliográfica, se trata de valorarlos con criterios que permitan descartar aquellos que contienen errores metodológicos y que podrían conducir a conclusiones equivocadas. Pero además, es preciso redactar los resultados de la revisión haciendo énfasis en los aspectos aplicables a la investigación que va a emprenderse.


   Sus objetivos son: conocer el estado actual del tema, averiguando qué se sabe y qué aspectos quedan por estudiar: identificar el marco de referencia, las definiciones conceptuales y operativas de las variables en estudio que han adoptado otros autores; descubrir los métodos y procedimientos destinados a la recogida y análisis de datos, utilizados en investigaciones similares.
   Los resultados de la revisión bibliográfica sirven para explicar las razones que han conducido o motivado la elección de un problema concreto. En consecuencia, de su lectura se deben desprender los objetivos y las hipótesis que se quieren analizar a través de la investigación que se acaba de iniciar.


En la actualidad existen más de 20.000 revistas relacionadas con las ciencias de la salud, y en ellas se publican unos dos millones de artículos al año.

Tipos de documentos:

                       Primarios: son los originales que transmiten una información directa (artículos originales, tesis doctorales, etc.
                       Secundarios: son los que hacen referencia a los documentos primarios y de los que ofrecen la descripción (autor, título, revista, etc.); algunos documentos secundarios son los catálogos, las bases de datos bibliográficas, las revisiones sistemáticas y los resúmenes.    
                       Terciarios: son los que sintetizan los documentos primarios y secundarios para responder a nuestras necesidades particulares (p.e. un directorio de bases de datos bibliográficas en ciencias de la salud).

    La seleccionaremos a partir del enunciado del problema. Es un fuente secundaria que reúne un conjunto ordenado de datos homogéneos recuperables por via informática y referidos a una materia o disciplina concreta.
   Las bases de datos bibliográficas son archivos de información organizada que contienen registros o referencias bibliográficas completas, que suelen ir acompañadas de los resúmenes de los artículos publicados en revistas científicas y que nos permiten obtener el documento completo. Los registros son un conjunto de datos relativos a un documento que se agrupan en campos diferentes, según se considere en las bases de datos bibliográficas.
   Otro recurso para buscar información es Internet, pero tiene sus limitaciones, que derivan de su inexorable crecimiento, de la falta de rigor metodológico de algunas de sus informaciones. Si en nuestra investigación utilizamos documentos obtenidos vía Internet, deberemos incluir los registros, siguiendo las instrucciones establecidas para la citación de los documentos electrónicos (normas de Vancouver,1997).


    La búsqueda automatizada se inicia con pregunta objeto de estudio, que suele contener algunas de las palabras claves o descriptores (términos controlados que definen un artículo dentro de la referencia bibliográfica) que guiarán una búsqueda metódica. Después de emplear una estrategia adecuada, habremos encontrado una serie de referencias bibliográficas de artículos cuyo título puede interesarnos. Si además incorporan los resúmenes, su lectura nos permitirá una primera valoración sobre si merece la pena la obtención del artículo completo.
   La búsqueda bibliográfica incluye la revisión manual de revistas relevantes, la recuperación automatizada en bases de datos electrónicas, la consulta a expertos en el tema y la utilización de los recursos que nos ofrece Internet.
   Las referencias bibliográficas correspondientes a los artículos se pueden identificar de dos modos:

a)     A través de palabras utilizadas por los autores (textwords).
b)     A través del thesaurus, que es un diccionario controlado de términos, asignados por los indexadores, para clasificar los artículos.

   Si el número de referencias bibliográficas es grande, usaremos las opciones que nos ofrecen los "limitadores", hasta quedarnos con 40 o 50 referencias bibliográficas, que es un número razonablemente cómodo de manejar. Los limitadores nos permitirán acotar la búsqueda según: tipo de revista, publicación.
  Los documentos consultados serán, sobre todo, artículos de revistas, que dominarán sobre libros y monografías. Y, aunque no existe acuerdo sobre el número de referencias bibliográficas a incluir en un trabajo de investigación, se podrían considerar como suficientes: de 10 a 15 para un proyecto de investigación, de 35 a 50 para una tesina y de 90 a 200 para una tesis.

REDACCION DE LA REVISION BIBLIOGRAFICA

   Es recomendable exponer la estrategia de búsqueda automatizada utilizada. Esta incluirá: las bases bibliográficas, las palabras clave o descriptores, los años e idiomas consultados; también es aconsejable indicar las combinaciones booleanas (operadores: And, Or, Not) y los limitadores (tipo de artículo, subencabezamientos empleados).
   Habrá que sintetizar, con las propias palabras, los aspectos metodológicos y los resultados de los estudios que sean de máximo interés para la actual investigación.
   El estilo Vancouver es el más utilizado para citar la bibliografía utilizada en ciencias de la salud. Aunque habrá que revisar sus últimas actualizaciones. También se puede utilizar el estilo Harvard, y en ocasiones, un sistema que combina los dos estilos.


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