La revisión bibliográfica comprende todas
las actividades relacionadas con la búsqueda de información escrita sobre un
tema acotado previamente y sobre el cual, se reúne y discute críticamente, toda
la información recuperada y utilizada. Su intención va más allá del simple
hojear revistas para estar al día en los avances alcanzados en una
especialidad, o de la búsqueda de información que responda a una duda muy
concreta, surgida en la práctica asistencial o gestora. El investigador desea
una perspectiva completa sobre el saber acumulado respecto a un tema, y para
alcanzarlo deberá desplegar una estrategia eficiente, entendiéndose como tal,
aquélla que le garantice recuperar el mayor número de documentos esenciales
relacionados con su investigación.
Aunque al ordenar las actividades
correspondientes a la planificación, la revisión bibliográfica se sitúa
inmediatamente después de la identificación y definición del problema-pregunta,
se trata de una actividad que debe estar presente a lo largo de todo el
estudio.
Una vez obtenidos los documentos
identificados en la revisión bibliográfica, se trata de valorarlos con
criterios que permitan descartar aquellos que contienen errores metodológicos y
que podrían conducir a conclusiones equivocadas. Pero además, es preciso
redactar los resultados de la revisión haciendo énfasis en los aspectos
aplicables a la investigación que va a emprenderse.
Sus objetivos son: conocer el estado actual del tema, averiguando qué se sabe y
qué aspectos quedan por estudiar: identificar el marco de referencia, las
definiciones conceptuales y operativas de las variables en estudio que han
adoptado otros autores; descubrir los métodos y procedimientos destinados a la
recogida y análisis de datos, utilizados en investigaciones similares.
Los resultados de la revisión bibliográfica sirven para explicar las razones
que han conducido o motivado la elección de un problema concreto. En
consecuencia, de su lectura se deben desprender los objetivos y las hipótesis
que se quieren analizar a través de la investigación que se acaba de iniciar.
En la
actualidad existen más de 20.000 revistas relacionadas con las ciencias de la
salud, y en ellas se publican unos dos millones de artículos al año.
Tipos de
documentos:



La seleccionaremos a partir del enunciado del problema. Es un fuente secundaria
que reúne un conjunto ordenado de datos homogéneos recuperables por via
informática y referidos a una materia o disciplina concreta.
Las bases de datos bibliográficas son archivos de información organizada que
contienen registros o referencias bibliográficas completas, que suelen ir
acompañadas de los resúmenes de los artículos publicados en revistas
científicas y que nos permiten obtener el documento completo. Los registros son
un conjunto de datos relativos a un documento que se agrupan en campos
diferentes, según se considere en las bases de datos bibliográficas.
Otro recurso para buscar información es Internet, pero tiene sus limitaciones,
que derivan de su inexorable crecimiento, de la falta de rigor metodológico de
algunas de sus informaciones. Si en nuestra investigación utilizamos documentos
obtenidos vía Internet, deberemos incluir los registros, siguiendo las
instrucciones establecidas para la citación de los documentos electrónicos
(normas de Vancouver,1997).
La búsqueda automatizada se inicia con pregunta objeto de estudio, que suele
contener algunas de las palabras claves o descriptores (términos controlados
que definen un artículo dentro de la referencia bibliográfica) que guiarán una
búsqueda metódica. Después de emplear una estrategia adecuada, habremos
encontrado una serie de referencias bibliográficas de artículos cuyo título
puede interesarnos. Si además incorporan los resúmenes, su lectura nos
permitirá una primera valoración sobre si merece la pena la obtención del
artículo completo.
La búsqueda bibliográfica incluye la revisión manual de revistas relevantes, la
recuperación automatizada en bases de datos electrónicas, la consulta a
expertos en el tema y la utilización de los recursos que nos ofrece Internet.
Las referencias bibliográficas correspondientes a los artículos se pueden
identificar de dos modos:
a) A través de palabras utilizadas por los autores
(textwords).
b) A través del thesaurus, que es un diccionario controlado
de términos, asignados por los indexadores, para clasificar los artículos.
Si el número de referencias bibliográficas es grande, usaremos las opciones que
nos ofrecen los "limitadores", hasta quedarnos con 40 o 50
referencias bibliográficas, que es un número razonablemente cómodo de manejar.
Los limitadores nos permitirán acotar la búsqueda según: tipo de revista,
publicación.
Los
documentos consultados serán, sobre todo, artículos de revistas, que dominarán
sobre libros y monografías. Y, aunque no existe acuerdo sobre el número de
referencias bibliográficas a incluir en un trabajo de investigación, se podrían
considerar como suficientes: de 10
a 15 para un proyecto de investigación, de 35 a 50 para una tesina y de 90 a 200 para una tesis.
REDACCION
DE LA REVISION
BIBLIOGRAFICA
Es recomendable exponer la estrategia de búsqueda automatizada utilizada. Esta
incluirá: las bases bibliográficas, las palabras clave o descriptores, los años
e idiomas consultados; también es aconsejable indicar las combinaciones
booleanas (operadores: And, Or, Not) y los limitadores (tipo de artículo,
subencabezamientos empleados).
Habrá que sintetizar, con las propias palabras, los aspectos metodológicos y
los resultados de los estudios que sean de máximo interés para la actual
investigación.
El estilo Vancouver es el más utilizado para citar la bibliografía utilizada en
ciencias de la salud. Aunque habrá que revisar sus últimas actualizaciones.
También se puede utilizar el estilo Harvard, y en ocasiones, un sistema que
combina los dos estilos.
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