jueves, 18 de julio de 2013

Estudio Echecopar inicia la competencia de Derecho Moot Lima 2013

Moot

Estudio Echecopar inicia la competencia de Derecho Moot Lima 2013
Con el objetivo de continuar generando un espacio de discusión entre los estudiantes de Derecho de todo el país, acercándolos a la realidad a través de la practica simulada del ejercicio profesional, el Estudio Echecopar, asociado a Baker & McKenzie International, dio inicio al Moot Lima 2013, con el lema "¡Rétate, lo imposible está en la mente!".
El Moot Lima es un concurso en el cual se simula una contienda jurídica entre los equipos participantes (en el rol de demandado y demandante), en torno a un caso hipotético que abarcará distintas materias del Derecho. 
Desde la primera edición desarrollada en el 2010, el Moot Lima ha crecido progresivamente, pasando de 21 equipos inscritos en el 2010 a 54 en la contienda del 2012. De igual manera, se ha incrementado la participación de alumnos de universidades de provincias, contando en el 2012 con estudiantes de Arequipa, Lima, Lambayeque, Cusco, La Libertad, Ica, Tacna, Piura Junín y Ayacucho.
La final del Moot Lima 2012 fue disputada por los equipos “Venkon”, conformado por alumnos de la Universidad de Lima, y “La Liga”, conformado por alumnos de la Universidad de Lima y la PUCP, resultando este último el ganador.
Los requisitos para participar son formar un equipo de dos a cuatro estudiantes de Derecho (pueden ser de distintas universidades de todo el país), e inscribirse en la Zona de Equipos de www.mootlima.pe. Las inscripciones concluyen el viernes 23 de agosto.
El espíritu creativo e innovador del Estudio Echecopar permitió que esta experiencia única se realice en el Perú, reflejando su compromiso de contribuir con la formación de jóvenes valores y futuros abogados del país.  Los premios consisten en $10,000 dólares en efectivo para el mejor equipo y un iPad para cada integrante del equipo que ocupe el segundo lugar.
Cabe indicar que el Moot Lima es organizado por el Estudio Echecopar y cuenta con el apoyo de Universia, una red de 1.242 universidades que representa a 15,3 millones de profesores y estudiantes universitarios, presente en 23 países de Iberoamérica.
Para mayor información, visitar el sitio web www.mootlima.pe y las páginas en las redes sociales: en Facebook como “Moot Lima” (www.facebook.com/mootlima) y en Twitter como “@mootlima”.

VER MAS EN :
http://www.echecopar.com.pe/content/index.php?pID=1363

miércoles, 17 de julio de 2013

LA ESTRUCTURA DE LAS REVOLUCIONES CIENTÍFICAS




LA ESTRUCTURA DE LAS REVOLUCIONES CIENTÍFICAS

Es un análisis sobre la historia de la ciencia. Su publicación marca un hito en la sociología del conocimiento y epistemología, y significó la popularización de los términos paradigma y cambio de paradigma.
Se publicó primero como monografía en la Enciclopedia internacional de la ciencia unificada (International Encyclopedia of Unified Science) y luego como libro por la editorial de la Universidad de Chicago en 1962. En el 1969, Kuhn agregó un apéndice a modo de réplica a las críticas que había suscitado la primera edición.
Kuhn declaraba que la génesis de las ideas del libro ocurrió en 1947, cuando le fue encomendado dar una clase de ciencia para estudiantes de Humanidades, enfocándose en casos de estudio históricos. Más tarde declararía que hasta el momento nunca había leído ningún documento antiguo sobre temas científicos. La Física de Aristóteles era notablemente diferente a la obra de Newton en lo referido a conceptos de materia y movimiento. Llegó a la conclusión de que los conceptos de Aristóteles no eran “más limitados” o “peores” que los de Newton, sólo diferentes.


Enfoque
Kuhn adopta un enfoque de la historia de la ciencia y de la filosofía de la ciencia centrado en cuestiones conceptuales como qué tipo de ideas eran concebibles en un determinado momento, de qué tipo de estrategias y opciones intelectuales disponían las personas durante cierto período, así como la importancia de no atribuir modelos de pensamiento modernos a autores históricos. Desde esta posición, argumenta que la evolución de la teoría científica no proviene de la mera acumulación de hechos, sino de un grupo de circunstancias y posibilidades intelectuales sujetas al cambio.


Ejemplos históricos
Kuhn ilustra sus ideas utilizando ejemplos extraídos de la historia de la ciencia.
Así, en un estado particular de la historia de la química, algunos científicos comienzan a explorar el concepto del atomismo. Muchas sustancias, al ser calentadas, presentan la tendencia a separarse en los elementos que la componen. En aquellos tiempos, una mezcla de agua y alcohol era clasificada como un compuesto químico. En la actualidad se le considera una mezcla, pero entonces no había razón para sospechar que no fuera un compuesto. El agua y el alcohol no se separan espontáneamente, pero pueden ser separados por medio del calentamiento. El agua y el alcohol se pueden combinar en cualquier proporción.
Un químico que favoreciera la teoría atomista consideraría que todos los compuestos cuyos elementos se combinan en proporciones fijas como presentando una conducta normal, y toda excepción sería considerada una anomalía que podría ser explicada en el futuro.
Pero, por otro lado, si el químico creyera que las teorías de la atomicidad de la materia son falsas, todos los compuestos cuyos elementos se combinaran en proporciones fijas serían considerados anomalías que podrían ser explicadas en algún momento posterior, y todos los compuestos cuyos elementos pudieran ser combinados en cualquier proporción presentarían la conducta habitual de un compuesto.
Hoy en día el consenso favorece el punto de vista del atomismo. Pero si nos atuviéramos a pensar el problema utilizando solamente el conocimiento disponible en ese momento, ambos serían defendibles.


La revolución de Copérnico
Acaso el ejemplo más famoso de revolución en el pensamiento científico es De Revolutionibus Orbium Coelestium, de Copérnico. En la escuela tolomeica (de Claudio Ptolomeo) se utilizaban los ciclos y epiciclos (junto con algunos conceptos adicionales) para construir un modelo explicativo de los movimientos de los planetas en un universo cuyo centro era una Tierra inmóvil. Dado el conocimiento de la época, era el enfoque más plausible. A medida que las observaciones astronómicas se hicieron más precisas, la complejidad de los mecanismos cíclicos y epicíclicos tolomeicos debió incrementarse para hacer coincidir lo más ajustadamente sus cálculos con las posiciones observadas de cada planeta. Copérnico propuso un sistema que tenía al Sol como centro, alrededor del cual orbitaban los planetas, uno de los cuales era la Tierra. Sus contemporáneos rechazaron su cosmología, y lo hicieron con pleno derecho, según Kuhn, dado que la cosmología de Copérnico carecía de credibilidad.
Kuhn ilustra cómo el cambio de paradigma fue posible sólo cuando Galileo Galilei introdujo sus nuevas ideas de movimiento. Intuitivamente conocemos que cuando un objeto es puesto en movimiento, finalmente se detiene. Aristóteles sostenía que esto era una propiedad de la Naturaleza: para que el movimiento se mantenga, algo debe continuar poniéndolo en movimiento. Para el conocimiento disponible en la época, era la hipótesis más sensata y razonable.
Galileo propuso una alternativa radical para explicar el hecho de que el movimiento se detenga: supongamos, decía, que los objetos finalmente se detienen porque están siempre sujetos a determinada fricción. Carecía de equipamiento para confirmar objetivamente su conjetura, pero sugirió que sin fricción que frenara al móvil, su tendencia inherente es mantener una misma velocidad sin necesidad de aplicarle ninguna fuerza adicional.
El enfoque tolomeico, que utilizaba los ciclos y epiciclos, comenzó a presentar problemas: el constante crecimiento en complejidad que se requería para dar cuenta de los fenómenos observables parecía no tener fin.
Johannes Kepler fue el primero en abandonar el paradigma tolomeico y sus herramientas conceptuales. Comenzó a explorar la posibilidad de que Marte tuviera una órbita elíptica en lugar de una circular. La velocidad angular no podía ser constante, pero resultó ser muy difícil encontrar una fórmula que describiese la forma en que se modificaba la velocidad angular. Luego de años de incesantes e infructuosos cálculos, Kepler dio con lo que hoy conocemos como la segunda de las leyes de Kepler.
La conjetura de Galilei era simplemente eso: una conjetura. También lo fue la cosmología de Kepler. Sin embargo, cada una de ellas aumentó la credibilidad de la otra, y juntas cambiaron la percepción de la comunidad científica. Más adelante, Isaac Newton demostró que las tres leyes de Kepler podían derivarse de una única teoría del movimiento y del movimiento planetario. Newton unificó y solidificó el cambio de paradigma iniciado por Kepler y Galilei.


Coherencia
Uno de los objetivos de la ciencia es encontrar modelos que den cuenta de la mayor cantidad de observaciones dentro de un marco coherente. La reformulación de la naturaleza del movimiento llevada a cabo por Galilei, junto a la cosmología de Kepler, representaban un marco coherente capaz de rivalizar con el Aristotélico/Ptolomeico.
Una vez que se ha dado el cambio de paradigma, es necesario reescribir los libros de texto. La historia de la ciencia suele ser asimismo habitualmente reescrita y presentada como una suerte de proceso inevitable que conduce al marco conceptual establecido en el momento. Existe la creencia implícita de que todo fenómeno de momento carente de una explicación, podrá ser explicado en un futuro dentro del marco conceptual establecido. Kuhn dice que los científicos pasan la mayor parte de su carrera (si no toda ella) resolviendo acertijos. Y lo hacen con gran tenacidad, dado que lo éxitos del marco conceptual establecido tienden a generar una gran confianza en que el enfoque adoptado garantiza que existe una solución al acertijo, por difícil que sea. Este proceso es llamado ciencia normal .
Cuando un paradigma es exigido hasta su límite, las anomalías — es decir la incapacidad de dar cuenta de fenómenos observados — comienzan a acumularse. La gravedad de éstas se juzga por aquellos que practican la disciplina en cuestión. Algunas pueden ser despreciadas como errores en la observación, mientras que otras pueden requerir algunos pequeños ajustes del paradigma actual que las explicaría en su momento. Pero a pesar del número o gravedad de anomalías que persistan o se acumulen, los científicos no pierden su fe en el paradigma mientras no exista una alternativa convincente; perder la fe en que todo problema tiene una solución equivaldría a dejar de ser un científico.
En cualquier comunidad científica hay individuos que se arriesgan más que la mayoría. Son los que, considerando que existe de hecho una crisis, adoptan lo que Kuhn denomina ciencia revolucionaria, intentando dar con alternativas a las presuposiciones aparentemente obvias e incuestionables en las que se basa el paradigma establecido. Lo que suele dar lugar a un marco conceptual que rivaliza con éste. El nuevo paradigma propuesto parecería poseer numerosas anomalías, en parte debido a estar aún incompleto. La mayoría de la comunidad científica se opondrá a cualquier cambio conceptual, y de acuerdo con Kuhn, obrará bien haciéndolo.
Para que una comunidad científica alcance su potencial necesita tanto de individuos arriesgados como de individuos conservadores. Existen numerosos ejemplos en la historia de la ciencia en los que la confianza en el marco conceptual establecido fue posteriormente corroborada. Es casi imposible predecir si las anomalías del nuevo paradigma propuesto podrán ser resueltas. Aquellos científicos que sean excepcionalmente hábiles para reconocer el potencial de una teoría, serán los primeros en preferir el nuevo paradigma. Esta etapa es seguida generalmente por un período en el cual hay quienes adhieren o uno o a otro de los paradigmas. Más adelante, si el paradigma propuesto logra unificarse y solidificarse, acaba por reemplazar al anterior, y se dice que tiene lugar un cambio de paradigma.


Las tres etapas


Esquema de las fases de la ciencia según Thomas Kuhn.

El autor distingue cronológicamente tres etapas. En la primera, que es la fase precientífica, y que se da una sola vez, no existe consenso sobre ninguna teoría en particular. Se caracteriza por presentar numerosas teorías incompatibles e incompletas. Si los individuos de una comunidad precientífica logran un amplio consenso sobre métodos, terminología, y la clase de experimentos que pueden contribuir a mayores descubrimientos, da comienzo la segunda fase, o ciencia normal. Toda ciencia puede atravesar luego, varias fases de ciencia revolucionaria


Período de transición
El período de transición entre un paradigma y otro no es sencillo ni rápido. El autor cita el comentario de Max Planck, según el cual:
una nueva verdad científica no triunfa porque haya convencido a sus oponentes y le haya hecho ver la luz, sino más bien porque sus oponentes mueren finalmente, y una nueva generación crece más familiarizada con ella.
Según Kuhn, el paradigma que precede un cambio de paradigma científico, es tan diferente del que lo sigue, que sus teorías no son comparables. El cambio de paradigma no es una mera revisión o transformación de una teoría aislada, sino que cambia la manera en que se define la terminología, la manera en que los científicos encaran su objeto de estudio, y acaso más importante aún, el tipo de preguntas consideradas válidas, así como las reglas utilizadas para determinar la verdad de una teoría particular. Plantea así la inconmesurabilidad de los paradigmas (imposibilidad de traducir las ideas de uno en las de otro, y por lo tanto de compararlos entre sí). Las nuevas teorías no serían, por tanto, meras extensiones de las antiguas, sino que conformarían visiones del mundo radicalmente diferentes.
Tal inconmensurabilidad existe no sólo antes y después de un cambio de paradigma, sino también en los períodos de convivencia y conflicto. Es imposible, según Kuhn, idear un lenguaje imparcial que pueda usarse para realizar una comparación neutral entre los paradigmas, pues los términos son parte integral de los mismos, y por lo tanto poseen diferentes connotaciones dependiendo de en cuál de ellos se los use. Según el autor, los defensores de cada paradigma se encuentran separados por un abismo insalvable :"Aunque cada uno de ellos puede albergar la esperanza de convertir al otro a su propia manera de ver la ciencia y sus problemas, ninguno puede esperar demostrar que está en lo cierto. La competencia entre paradigmas no es el tipo de batalla que puede ser resuelta en base a pruebas. "
Según Kuhn, las herramientas probabilísticas utilizadas por los verificacionistas son inherentemente inadecuadas para la tarea de decidir entre teorías en conflicto, dado que ellas mismas pertenecen a los mismos paradigmas que buscan comparar. De manera similar, las observaciones tendientes a "falsar" una teoría caen dentro de uno de los paradigmas que pretenden ayudar a comparar, serían asimismo inadecuadas para el caso. Kuhn insiste en que el concepto de falsabilidad no es útil para entender por qué la ciencia se ha desarrollado de la manera en que lo ha hecho. En la práctica científica, los científicos consideran la posibilidad de que una teoría ha sido “falsada” (refutada) si cuentan con una teoría alternativa creíble. En ausencia de tal alternativa, los científicos continuarán dentro del marco del paradigma establecido. Si ocurre un cambio de paradigma, los libros de texto se reescriben declarando que las teorías previas han sido refutadas (“falsadas”).

Bibliografía
·    Kuhn, Thomas S. (2005). La estructura de las revoluciones científicas. Fondo de Cultura Económica de España. 







MODELO DE CAMBIO DE PARADIGMAS


PARADIGMA

Un paradigma es —desde fines de la década de 1960— un modelo o patrón en cualquier disciplina científica u otro contexto epistemológico. El concepto fue originalmente específico de la gramática; en 1900 el diccionario Merriam-Webster definía su uso solamente en tal contexto, o en retórica para referirse a una parábola o a una fábula. En lingüística, Ferdinand de Saussure ha usado paradigma para referirse a una clase de elementos con similitudes.

Etimología

El término paradigma[1] se origina en la palabra griega παράδειγμα (paradeigma), que significa "modelo" o "ejemplo" . A su vez tiene las mismas raíces que παραδεικνύναι, que significa "demostrar".

Paradigma científico

El filósofo y científico Thomas Kuhn dio a paradigma su significado contemporáneo cuando lo adoptó para referirse al conjunto de prácticas que definen una disciplina científica durante un período específico de tiempo. El mismo Kuhn prefería los términos ejemplar o ciencia normal, que tienen un significado filosófico más exacto. Sin embargo, en su libro La Estructura de las Revoluciones Científicas[2] define a un paradigma de la siguiente manera:
  • Lo que se debe observar y escrutar.
  • El tipo de interrogantes que se supone hay que formular para hallar respuestas en relación al objetivo.
  • Cómo tales interrogantes deben estructurarse.
  • Cómo deben interpretarse los resultados de la investigación científica.
Alternativamente, el Diccionario Oxford define a paradigma como "Un patrón o modelo, un ejemplo". Así, un componente adicional de la definición de Kuhn es:
  • Cómo debe conducirse un experimento y qué equipamiento está disponible para realizarlo.
De esta forma, dentro de la ciencia normal, un paradigma es el conjunto de experimentos modélicos capaces de ser copiados o emulados. El paradigma prevalente representa, a menudo, una forma más específica de ver la realidad o las limitaciones de propuestas para la investigación futura; más que un método científico mucho más genérico.
Un ejemplo de paradigma comúnmente aceptado sería el modelo estándar de la física. Los métodos científicos permitirían a los científicos ortodoxos investigar muchos fenómenos que pueden resultar contradictorios o contrastantes con el modelo estándar. Sin embargo es mucho más difícil obtener consenso para los mismos, en proporción a la divergencia de los principios aceptados del modelo estándar que tales experimentos examinarían. Por ejemplo, un experimento para investigar la masa del neutrino o la descomposición de neutrones recibiría más fondos que un experimento que buscara violaciones a la conservación de momentos, o pretendiera estudiar la ingeniería de los viajes en el tiempo.
Algunos conceptos más despectivos (pensamiento de grupo[3] o su casi equivalente Mindset) tienen significados muy similares que aplican a pequeña y gran escala del pensamiento disciplinado. Michel Foucault usó los términos epistemológico, discursivo, matesis y taxinomial, para aspectos del paradigma en el sentido original dado por Kuhn.
Cambio de paradigma

Albert Einstein, protagonista de uno de los principales cambios de paradigma científico del siglo XX.
El cambio de paradigma tiende a ser dramático en las ciencias, ya que éstas parecen ser estables y maduras, como la física a fines del siglo XIX. En aquel tiempo la física aparentaba ser una disciplina que completaba los últimos detalles de un muy trabajado sistema. Es famosa la frase de Lord Kelvin en 1900, cuando dijo: "No queda nada por ser descubierto en el campo de la física actualmente. Todo lo que falta son medidas más y más precisas".
Cinco años después de esta aseveración, Albert Einstein publicó su trabajo sobre la relatividad especial que fijó un sencillo conjunto de reglas superando a la mecánica de Newton, que había sido utilizada para describir la fuerza y el movimiento por más de trescientos años. En este ejemplo, el nuevo paradigma reduce al viejo a un caso especial, ya que la mecánica de Newton sigue siendo una excelente aproximación en el contexto de velocidades lentas en comparación con la velocidad de la luz.
En La estructura de las revoluciones científicas, Kuhn escribió que "las sucesivas transiciones de un paradigma a otro vía alguna revolución, es el patrón de desarrollo usual de la ciencia madura".
La idea de Kuhn era revolucionaria en su tiempo, y causó más cambios que todos los académicos hablando sobre ciencia. De esta manera fue en sí misma un "cambio paradigmático" en la historia científica y de la sociología.
Los filósofos e historiadores científicos, incluyendo al mismo Kuhn, finalmente aceptaron una versión modificada de este modelo, que consigue una síntesis entre su visión original y el modelo gradualista que lo precedió. El modelo original de Kuhn es considerado actualmente muy limitado.

Otros usos

Probablemente el uso más común de paradigma, implique el concepto de "cosmovisión".[4] Por ejemplo, en ciencias sociales, el término se usa para describir el conjunto de experiencias, creencias y valores que afectan la forma en que un individuo percibe la realidad y la forma en que responde a esa percepción. Debe tenerse en cuenta que el mundo también es comprendido por el paradigma, por ello es necesario que el significado de paradigma es la forma por la cual es entendido el mundo, el hombre y por supuesto las realidades cercanas al conocimiento.
Los investigadores sociales han adoptado la frase de Kuhn ("cambio de paradigma"[5] ) para remarcar un cambio en la forma en que una determinada sociedad organiza e interpreta la realidad. Un "paradigma dominante" se refiere a los valores o sistemas de pensamiento en una sociedad estable, en un momento determinado. Los paradigmas dominantes son compartidos por el trasfondo cultural de la comunidad y por el contexto histórico del momento. Las siguientes son condiciones que facilitan el que un sistema de pensamiento pueda convertirse en un paradigma dominante:
  • Organizaciones profesionales que legitiman el paradigma.
  • Líderes sociales que lo introducen y promueven.
  • Periodismo que escribe acerca del sistema de pensamiento, legitimándolo al mismo tiempo que difunden el paradigma.
  • Agencias gubernamentales que lo oficializan.
  • Educadores que lo propagan al enseñar a sus alumnos.
  • Conferencistas ávidos de discutir las ideas centrales del paradigma.
  • Cobertura mediática.
  • Grupos de derechos que acuerden con las creencias centrales del paradigma.
  • Fuentes financieras que permitan investigar sobre el tema.
La palabra paradigma es también utilizada para indicar un patrón o modelo, un ejemplo fuera de toda duda, un arquetipo. En este sentido se la utiliza frecuentemente en las profesiones del diseño. Los paradigmas de diseño —arquetipos— representan los antecedentes funcionales para las soluciones de diseño.[6]
También se usa en cibernética; aquí significa —en un sentido muy amplio— un preprograma conceptual para el ordenamiento de unos datos aún más caóticos en términos relativos. Nótese la similitud con el concepto de entropía en química o física. En este sentido, un paradigma sería una suerte de prohibición para realizar cualquier acción que pudiera incrementar la entropía total del sistema. Para crear un paradigma un sistema cerrado debería aceptar que se requieren algunos cambios; de esta forma puede ser solamente aplicado a un sistema que no esté en su etapa final de desarrollo.
Algunos puristas de la lengua piensan que —contra lo expuesto por los filósofos del mercado y los defensores de cualquier clase de cambio— se abusa ampliamente de un término que en este contexto carece absolutamente de significado.

Imaginario social

El imaginario social produce valores, apreciaciones, gustos, ideales y conductas de las personas que conforman una cultura. El imaginario es el efecto de una compleja red de relaciones entre discursos y prácticas sociales, e interactúa con las individualidades.
Se constituye a partir de las coincidencias valorativas de las personas, y se manifiesta en lo simbólico (a través del lenguaje) y en lo concreto (mediante la interacción). No produce uniformidad de conductas, pero marca tendencias. Las ideas regulativas no existen en la realidad material pero existen en la imaginación individual y en el imaginario colectivo.
El imaginario social, y sus paradigmas implícitos, no permanecen estables, sino que se modifican lenta pero constantemente. Los medios masivos de comunicación intervienen en forma activa en los conceptos relativos al comportamiento y en la abstracción de paradigmas.
También puede verse "paradigma" como diferentes puntos de vista

Gestalt y cosmovisión

Otra perspectiva sobre el concepto de paradigma lo relaciona con la Gestalt[7] de las tres principales ramas de la filosofía que forman una cosmovisión.
El uso del concepto de paradigma en el entendimiento de Kuhn y otros es mucho menos claro igual por igual que —por ejemplo— el concepto de modelo.
Kuhn define al paradigma como "una completa constelación de creencias, valores y técnicas, etc. compartidas por los miembros de una determinada comunidad"[2] . Esta definición aparece en 1969 como agregado a su libro original, porque en principio el uso del término no había estado claramente definido. Bajo esta definición de Kuhn subyace otro sentido en el uso del término: "un paradigma también denota una suerte de elemento en esa constelación, la solución concreta del rompecabezas que, empleado como ejemplo o modelo, puede reemplazar a las reglas explícitas como base para la solución de los rompecabezas remanentes de la ciencia normal".[2] . El término permanece impreciso debido a los diferentes usos que se le dan.
Los paradigmas pueden ser descritos desde una perspectiva estructural. Operan en diferentes niveles: macro, meso y micro de la estructura paradigmática. Los niveles direccionan mejor la estructura fundamental de los paradigmas, y no tanto su categorización cronológica o histórica, ni su uso etimológico; como sucede en la mayoría de las disciplinas. Los niveles paradigmáticos están siempre presentes y no se encuentran limitados por tales categorías. Permiten además ayudar a comprender el funcionamiento de un paradigma.
  • Nivel macro: se requiere conocer la respuesta a "qué puede ser entendido". La pregunta es: ¿Puede asumirse en realidad que la esencia de las cosas ideales puede ser comprendida, como en la teoría de las ideas de Platón y Aristóteles? ¿Tras la aproximación a lo esencial de estos dos filósofos no es posible inferir que "las mismas cosas se revelan como son, según se analiza en la ontología fundamental de Heidegger? La suposición que hacemos al contestar estas preguntas nos predispone a una determinada forma de encarar el proceso de conocimiento.
  • Nivel meso: la cuestión es determinar cómo el nivel macro influencia y transforma la teoría del conocimiento resultante: ¿El hombre es capaz solamente de un limitado conocimiento deductivo, o está abierto a un entendimiento inductivo y comprehensivo del universo? ¿Si el hombre es capaz de un conocimiento inductivo, dónde se origina éste? La respuesta en el nivel macro es fundamental para esta suposición. Todos los esfuerzos filosóficos, desde antes de Sócrates, tienden al esencialismo. La aproximación ontológica busca evadir la esencia de las cosas, requiriendo que éstas revelen por sí mismas cómo son.
  • Nivel micro: aquí la consecuente percepción de los dos niveles precedentes, contestando las preguntas sobre qué hay en el universo y cómo éste puede ser comprendido, se pone en práctica. ¿La praxis se construye sobre múltiples normas de conducta ( ética ) o consiste en un encuentro abierto y fundamental con el universo según las diferentes formas de percepción? Las diferentes percepciones constituyen la "conciencia afectiva". El conocimiento previo y actual de la percepción está limitado a las categorías esenciales, mientras que la conciencia afectiva es por naturaleza abierta, ilimitada, inductiva y no restringida por el sentido de la percepción.
Así, un paradigma es una visión de la realidad que conforma una Gestalt resultante de las tres ramas de la filosofía: metafísica, epistemología y ética:[8]
1) una suposición metafísica de qué puede ser comprendido.[9] Esto constituye la base para:
2) una concepción epistemológica de la adquisición de conocimiento. Esto es la línea esencialista de pensamiento de Platón, Aristóteles y Popper versus la posición ontológica abierta al principio de incertidumbre de Heisenberg, o las teorías de Heidegger sobre ontología fundamental. A su vez esto fundamenta:
3) la praxis de una ética para vivir.
Resulta obvio que las tres ramas de la filosofía describen la estructura de un paradigma. Ninguna de las ramas de la filosofía puede por separado completar su conocimiento, pero juntas describen la Gestalt semejante a un movimiento en espiral —no un mero círculo— que constituye el conocimiento hermenéutico.

El ciclo del conocimiento

El resultado es que la hermenéutica no puede ser reducida a la interpretación de algo en el contexto de la propia lectura de un círculo hermenéutico, sino que es un ciclo incremental que involucra:
(a) "Wahrnehmung", es decir, conciencia afectiva, que es más que el mero sentido de la percepción. El método implícito en la conciencia afectiva se da a través del conocimiento ontológico. Esto forma los principios detrás de un paradigma, concebidos como el flujo de Heráclito o la unidad de Parménides. Estos principios se perciben como la relación entre lo limitado y lo ilimitado. Los principios meta-éticos, como la regla dorada,[10] se forman en esta instancia.
(b) "Verstehen", como el análisis del ser para alcanzar el conocimiento de uno mismo. Aquí se alcanza la construcción de una teoría del conocimiento, determinada por la suposición de mi creencia metafísica en la naturaleza de la realidad (a). Esta suposición tiende necesariamente a una adquisición de la teoría del conocimiento predominantemente inductivo o principalmente deductivo, lo que se refleja en mi epistemología. Las normas meso-éticas, como la santidad de la vida humana o la libertad, se formulan en este nivel.
(c) "Ethos", o el intento de formular el mundo en que vivimos desarrollando una actitud participativa en una realidad mutuamente estructurada. Todos aquellos que eligen participar en esta realidad lo hacen tomando responsabilidad por los actos personales en un entorno social. Los códigos de conducta más concretos a un nivel micro étnico, como la monogamia y lo que lo consideramos una conducta correcta, se sistematizan dentro de nuestro dogma a este nivel.
(d) "Praxis", es hacer lo correcto. Es el comportamiento que resulta de sistematizar (a), (b) y (c) dentro de una Gestalt, donde el todo es más que la suma de las partes. Este nivel conductual es nuevamente la base del "Wahrnemung", repitiendo el ciclo a un nuevo nivel. El próximo ciclo de Wahrnerung se eleva sobre el nivel previo desde una conciencia afectiva a un conocimiento más profundo. Ésta es la base para una nueva comprensión de la evolución. La evolución es mucho más que un proceso mecánico; por definición procesa todas las funciones y es esencialmente un sistema cerrado y dependiente de un elemento inductivo. Otro punto importante es que no hay inicio o final en el ciclo, y cada etapa se encuentra a un nivel más elevado que la precedente. En contraste, un círculo es un ciclo sin posible evolución, y lleva sólo a una reafirmación de lo que fue antes, estancándose en el fundamentalismo.
De esta manera un paradigma puede ser comprendido sólo en el contexto del círculo hermenéutico dentro de la estructura paradigmática. Esto supera una mera interpretación o el simple hecho de obtener conocimiento. Implica que los paradigmas son evolutivos por naturaleza, moviéndose en un círculo hermenéutico en lugar de seguir un proceso de círculos mecánicos.[11]

Eficiencia del paradigma

Existe un paralelo obvio entre la "lógica general dominante" y el paradigma. Cuando se procede adecuadamente y el resultado es efectivo, se tiende a volver a proceder de igual manera, es decir, siguiendo la misma "lógica general dominante" o paradigma que produjo el resultado.
Hay grandes maestros del ajedrez que pueden acumular mentalmente hasta 50.000 patrones de jugadas y usar cualesquiera de ellas para ganar un juego en particular (lo que funcionó funcionará). Pero si se modifica el tablero o cambian las reglas de juego, los patrones ya no son útiles.[12]
Adam Smith[13] define al paradigma como "un conjunto compartido de suposiciones. Es la manera como percibimos el mundo: Agua para el pez. El paradigma nos explica el mundo y nos ayuda a predecir su comportamiento". La nota que hace Smith sobre la predicción es de suma importancia porque allí está la clave en cuanto a la importancia de asumir los cambios de paradigma en su dimensión educativa, prospectiva y holística, es decir, en lo que tiene que ver con el logro de habilidades para asumir el futuro y el cambio.

Citas en la cultura popular

Como tantos términos que suelen ponerse de moda, paradigma ha producido comentarios con una mirada sarcástica sobre su uso incongruente, situación frecuente en el mundo empresarial y de negocios:
  • «Paradigma es un término muy utilizado por aquellos que quisieran tener una nueva idea, pero no se les ocurre ninguna». Mervyn Allister King
  • «Paradigma es lo que piensas sobre algo antes de pensarlo.» Faiz Khan
  • «Y ésta sería la ley: si Ud. usa la palabra paradigma sin saber lo que el diccionario dice que ésta significa», «Ud. irá a la cárcel, sin excepciones». David Jones
  • «Paradigma es una concepción fundamental, dentro de un ámbito determinado, que informa, estructura y modifica los principios en los que se basa una ciencia o que regulan una actividad humana.» Humberto Garzaro

Referencias

  1. La definición de paradigma expuesta en este artículo se corresponde con el significado de la palabra casi homónima del idioma inglés. De hecho, la definición de paradigma según la RAE no incluye la mayoría de los conceptos desarrollados aquí. No obstante, dado que este término se utiliza en enseñanzas técnicas en castellano de forma generalizada con la definición aquí expresada, no puede considerarse que esta interpretación del vocablo paradigma no sea acertada, al menos, a efectos prácticos.
  2. a b c Kuhn, Thomas S.; The Structure of Scientific Revolutions, 2nd Ed., Univ. of Chicago Press, Chicago & Londres, 1970.
  3. En inglés; Groupthink, término acuñado por William H. Whyte en 1952 en la revista Fortune.
  4. Cosmovisión, en el sentido del concepto alemán Weltanschauung(visión del mundo) creado por el filósofo Wilhelm Dilthey (1914).
  5. Cambio de paradigma, "paradigm shift", en inglés.
  6. Wake, "Paradigmas de Diseño: un libro de referencia para la visualización creativa" y Petroski, "Paradigmas de Diseño".
  7. Gestalt: el todo es más que la suma de las partes.
  8. Enciclopedia Británica, ramas de la filosofía.
  9. Ref: filósofos pre-socráticos Parménides y Heráclito.
  10. Regla dorada: "Haz a otros lo que quisieras que te hagan a tí".
  11. Lando Lehmann, "Evolución de los Paradigmas en la Teología Sistemática", Conferencia en la Univ. de Sudáfrica (UNISA), Nov. 2004 - [1]. PDF "Paradigm Development in Systematic Theology" [2]
  12. C.K. Prahalad y Richard A. Bettis, “Estrategia corporativa”, Ed. Deusto.
  13. Adam Smith, "Los poderes de la mente".


EL PROBLEMA DE INVESTIGACION


Para la selección del tema a investigar deberíamos considerar nuestros conocimientos, y la experiencia profesional acumulada.

El punto de partida para identificar dicho tema es: la práctica profesional diaria sea en el ámbito asistencial, docente o de la gestión. El trabajo cotidiano permite identificar la variabilidad en los procedimientos, métodos y técnicas utilizadas en las intervenciones sanitarias (preventivas, diagnósticas, terapéuticas, de organización, etc.). Un análisis de la base científica que subyace en nuestras actuaciones puede evidenciar la insuficiencia de pruebas científicas que justifiquen nuestras decisiones.

Las teorías y modelos que adoptaremos como referentes, también serán susceptibles de análisis y pueden originar estudios para verificar o comprobar la validez del marco de referencia que justificará nuestra actuación.

La lectura de publicaciones y la asistencia a encuentros científicos sobre nuestra disciplina, puede descubrirnos diferencias y contradicciones en la labor desarrollada.


  • ¿Nos interesa el tema?
  • ¿Disponemos de tiempo suficiente para completar el estudio dentro de los plazos fijados?
  • ¿Es un problema relevante por su impacto socio-cultural?
  • ¿Quiénes se beneficiaran de los resultados?
  • ¿Contamos con el conocimiento y la experiencia suficientes sobre metodología de la investigación?
  • ¿Dispondremos de los recursos humanos y materiales necesarios para completar el estudio?
  • ¿Tendremos acceso al lugar dónde se desarrolla el estudio?
  • ¿Es un tema novedoso y original?
  • ¿Es un tema respetuoso y cumple con los principios éticos?




En el enunciado del problema elegido deben constar: las variables esenciales que se van a analizar y los sujetos a estudiar. Además, se puede incluir: cómo se hará el estudio (diseño), dónde y cuándo tendrá lugar la investigación. El lugar y el periodo de tiempo se consignarán cuando se estime que son aspectos que pueden influir o alterar los resultados o las conclusiones finales.

Pensar en:
Elementos del enunciado:
¿Qué se investigará?
Variable/s principales
¿Quiénes participarán?
Sujetos a estudiar
¿Qué estrategia se seguirá?
Diseño
¿Dónde se realizará el estudio?
Ámbito del estudio
¿ Cuándo se realizará el estudio?
Período de tiempo
       
El problema no se debe acotar o delimitar desde el inicio, enmarcándolo en la realidad de la práctica social. No hay que olvidar que los problemas especulativos encajan poco con las líneas de investigación propias de las ciencias de la salud.

También se deberán evitar los problemas de carácter general que contengan muchas variables, porque dificultan el tratamiento de los datos y los recursos invertidos inútilmente.

Un mismo problema se podrá plantear bien como una pregunta (interrogante), bien como objetivo (afirmación). Se trata de diferentes formatos para una misma finalidad: que el lector sepa que se quiere averiguar.

Las variables indicadas en el problema deben ser susceptibles de medición. Si con los instrumentos disponibles es imposible realizar tal medición, se valorará el abandonar ese problema o elaborar un instrumento fiable y válido.


Los objetivos pueden ser generales (principales) y específicos (secundarios). Estos se enuncian con verbos de acción.  Los objetivos serán concretos, evaluables, viables y relevantes (con interés científico). Su número se limitará a dos o tres de generales y a cuatro o cinco de específicos: además se ordenarán según la prioridad en su logro.

Habitualmente, los objetivos de investigación se dirigen a conocer las características de un problema, explicar las posibles relaciones entre variables y a anticipar fenómenos en los que éstas intervienen.

Se pueden distinguir los objetivos de investigación de los que no lo son. Los últimos suelen formar parte de los planes de salud, programas y actividades sanitarias, en cuya elaboración debería valorarse los resultados de investigaciones relevantes.

Exploratorios o descriptivos: nos acercan a problemas poco conocidos e implican:
·                Identificar y describir características o atributos ignorados hasta ese momento
·                Cuantificar la frecuencia de algún fenómeno socio-sanitario.
·                Seleccionar problemas y áreas de interés para la investigación
·                Ordenar y clasificar las variables en categorías.

Son objetivos que no requieren de la formulación de una hipótesis, ya que se limitan a abordar los problemas en su primer nivel.
·                Analíticos: estudian la relación entre una posible causa (factor de estudio) y un efecto (criterio de evaluación). La dimensión de esta relación se anticipa a través de las hipótesis, que son imprescindibles en este tipo de objetivos. Los objetivos analíticos se subdividen en explicativos y predictivos.
·                Explicativos: cuando la causa o factor de estudio se produce espontáneamente, sin intervención del  investigador.
·                Predictivos: cuando la causa es controlada, administrada o provocada por el investigador.

Los objetivos analíticos permiten:
·                Contrastar o verificar hipótesis
·                Confirmar las relaciones que hay entre las variables (causa-efecto)
·                Comparar la efectividad de al menos dos intervenciones
·                Comprender las causas o factores subyacentes
·                Anticipar o preveer fenómenos

Debido a que el conocimiento y la comprensión de la causa o antecedente (factor de riesgo), facilita su control o prevención, estos objetivos son los que tienen mayor interés.


Se trata de objetivos propios de los planes o programas de desarrollo social, memorias de centros, etc. Un ejercicio útil para valorar si un objetivo es realmente de investigación, consiste en preguntarse si en el momento de finalizar la investigación, y a la luz de los resultados obtenidos, ya se ha logrado el objetivo.