lunes, 30 de abril de 2012

GRANDES IDEAS DE LA FILOSOFIA: EPISTEMOLOGIA


ESTE ES UN VIDEO DE LA SERIE "GRANDES IDEAS DE LA FILOSOFIA", QUE TRATA DE LA EPISTEMOLOGIA O TAMBIEN DENOMINADA: TEORIA DEL CONOCIMIENTO. SU VALOR SIN DUDA ES UNICAMENTE REFERENCIAL, COMO TODO EL MATERIAL QUE SE PUBLICA EN ESTE BLOG. ESPERO QUE PUEDA SERVIRLES DE UTILIDAD.


EL CONOCIMIENTO

CONCEPTO:

“Es un conjunto de datos sobre hechos, verdades o de información ganada a través de la experiencia o del aprendizaje (a posteriori), o a través de introspección (a priori). El conocimiento es una apreciación de la posesión de múltiples datos interrelacionados, que por si solos poseen menor valor cualitativo.”

ETIMOLOGÍA: 

del viejo latín *(g)no-sco > nosco, novi, notum. Griego γνώσεω (gnóseo) ‘(re)conozco’. De ahí notio ‘noción’, griego γνϖσις (gnósis) ‘conocimiento’.

En la antigüedad griega, el autoconocimiento era la base para el despliegue de la propia personalidad, según se desprende, según la inscripción del templo de Apolo en Delfos: gnothi seauton (“conócete a ti mismo”).

La inscripción que figuraba en el frontón del templo de Apolo en Delfon no tenía aún el significado socrático que esta expresión adquirió más tarde. Simplemente recomendaba al que vieniera a buscar un oráculo: "En el momento que vengas a hacer preguntas al oráculo, examina bien en ti mismo las que quieres hacer, puesto que no debes plantear demasiadas; examina dentro de ti lo que necesitas saber". 

Como explica Foucault, la expresión conócete a ti mismo (γνῶθι σεαυτόν) se convirtió en máxima y cambió de signo a partir de Sócrates. Este filósofo griego dejó de relacionar con este precepto al hombre con los dioses y empezó a vincularlo consigo mismo.

Conocer -

Del latín cognoscere (latín vulgar conoscere), derivado de noscere íd. Incógnito, hacia 1490, tomado del latín incognitus íd. negativo de cognitus, participio pasivo de cognoscere. [Corominas, Joan: Breve diccionario etimológico de la lengua española. Madrid: Gredos, 31987, 388] 

TIPOS DE CONOCIMIENTO:

- EMPÍRICO (vulgar o natural)
- CIENTÍFICO (sistemático)
- FILOSÓFICO (racional)

CONOCIMIENTO EMPÍRICO (vulgar o natural): 
  • Es natural o vulgar (común), porque lo poseen todos los seres humanos
  • Es empírico, porque está basado en la experiencia
  • Es espontáneo, porque no obedece a un fin preestablecido
  • Es un Medio de defensa contra la naturaleza y los otros hombres
  • Es asistemático porque no tiene un orden, una organización jerárquica
  • Es azaroso porque depende de la curiosidad espontánea y la casualidad


CONOCIMIENTO CIENTÍFICO (sistemático): 
  • Es selectivo porque establece su propio objeto de estudio (ciencias)
  • Es metódico, porque procede procedimientos rigurosos y técnicas específicas
  • Es sistemático, porque tiene una organización jerárquica (conceptos, definiciones, hipótesis, leyes, etc.) 
  • Es objetivo, porque su conocimiento refleja la realidad
  • Es eficaz, porque establece las soluciones a los problemas del avance de la humanidad
  • Es explicativo, porque establece las causas de los fenómenos y sus relaciones
  • Busca la verdad, aunque no es dogmático   

CONOCIMIENTO FILOSÓFICO (racional): 
  • Es problemático, porque cuestiona la realidad (cosmos y hombre) de manera general.
  • Es incondicionado, porque es libre en su creación; no necesariamente debe respetar todos los sistemas de conocimiento filosóficos anteriores, es creativo.
  • Es crítico, porque analiza todos los aspectos de un problema. 
  • Es trascendente, porque va más allá de lo observable, es metafísico. Los problemas que analiza no son objetos concretos ni fenómenos específicos, sino asuntos relacionados a la existencia humana, su sentido, su finalidad, etc.
  • Es universal, porque aspira a la integración total del conocimiento para poder comprender al cosmos y al hombre. Por ellos la respuesta a la pregunta ¿Qué es el hombre? Tiene que ser universal, no sólo sociológica, biológica o sociológica.
  • Es orientador, porque estas grandes respuestas en la medida de su corrección, se encarnarán en las multitudes, guiando la historia de la humanidad.


"La posesión de conocimiento, a no ser que vaya acompañada por una manifestación y una expresión en la acción, es como el amontonamiento de metales preciosos; una cosa vana y tonta. El conocimiento como la riqueza, esta destinado al uso. La ley del uso es universal, y aquel que la viola sufre en razón de su conflicto con las fuerzas naturales." 

(Hermes)

METODO CIENTIFICO Y PENSAMIENTO CRITICO




Subido por  el 03/08/2007
http://biobreakerboy.blogspot.com/
El MÉTODO CIENTÍFICO es el "proceso de conocimiento caracterizado por el uso constante e irrestricto de la capacidad crítica de la razón, que busca establecer la explicación de un fenómeno ateniéndose a lo previamente conocido, resultando una explicación plenamente congruente con los datos de la observación". Pasos (según Francis Bacon):
1. Observación: Observar es aplicar atentamente los sentidos a un objeto o a un fenómeno, para estudiarlos tal como se presentan en realidad.
2. Inducción: La acción y efecto de extraer, a partir de determinadas observaciones o experiencias particulares, el principio particular de cada una de ellas.
3. Hipótesis: Planteamiento mediante la observación siguiendo las normas establecidas por el método científico.
4. Probar la hipótesis por experimentación.
5. Demostración o refutación (antítesis) de la hipótesis.
6. Tesis o teoría científica (conclusiones).
Ver http://es.wikipedia.org/wiki/Metodo_cientifico
PENSAMIENTO CRÍTICO (Nota: argumento = razón + conclusión). Inducir es un tipo de razonamiento en donde se obtienen conclusiones tan sólo probables. La inducción matemática es un caso especial, donde se va de lo particular a lo general y, no obstante, se obtiene una conclusión necesaria. Típicamente, el razonamiento inductivo se contrapone al razonamiento deductivo, que va de lo general a lo particular y sus conclusiones son necesarias. En otras palabras, un argumento deductivo existe cuando B puede estar lógicamente y necesariamente inferido de A. Sin embargo, la mayoría de los argumentos que uno se puede encontrar en la vida diaria son inductivos. Un pensador crítico debería entender que no importa como de fuerte es la evidencia que sostenga a un argumento inductivo ya que nunca probará su conclusión mediante un necesariamente o con una absoluta certeza (excepto en la inducción matemática). Es decir, el argumento inductivo solo prueba con cierto grado de probabilidad. Verhttp://es.wikipedia.org/wiki/Pensamiento_cr%C3%ADtico

Tambien aprovecho para recomendar estos 2 documentales de Richard Dawkins subtitulados en español: http://video.google.com/videoplay?docid=739104736941335888&hl=es (The God Delusion) &http://video.google.com/videoplay?docid=-8365780578032579777&hl=es (The Virus Of Faith)

viernes, 27 de abril de 2012

IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN LA UNIVERSIDAD PERUANA


Lic. MARTINA ROMERO RAMIREZ
Docente universitaria

LA REALIDAD DE LA INVESTIGACION CIENTIFICA EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL 

Con frecuencia los alumnos universitarios en nuestro país elaboran monografías, informes y trabajos para los cursos que desarrollan, como parte de planes previamente establecidos por los docentes y por la institución educativa, que consideran que el alumno debe investigar sobre las materias de su curso como un necesario complemento a la teoría que se le plantea. 

Sin embargo, estos trabajos generalmente suelen carecer de verdadero valor educativo por no ser el resultado de una investigación científica que además se vincule con el curso y sus objetivos, pues, cuando no son meras copias de otros trabajos, son auténticos “collages” de fragmentos de otras investigaciones, de imágenes y de cuadros estadísticos que se obtienen en muchos casos de las diversas páginas web y blogs que abundan con información poco confiable.    

Es verdad que en ese vasto universo de papel impreso (que termina siendo arrojado a la basura y reciclado) podemos apreciar atisbos de rigurosidad y disciplina que permiten vislumbrar una salida al problema, pues por lo menos hay voluntad para tratar de investigar, pero la investigación en la Universidad no llega a concretarse por múltiples factores ampliamente conocidos: i) la escasa formación previa del alumno en materia de metodología de la investigación, ii) las limitaciones del docente en la materia y la poca exigencia de investigaciones rigurosas, iii) la carencia de cursos de investigación científica, epistemología metodología de la investigación científica en la programación curricular, iv) la carencia de bibliotecas adecuadas, v) la exigua o nula producción bibliográfica o de revistas en la Universidad, que promuevan la investigación entre docentes y alumnos, vi) la falta de estímulos de las instituciones universitarias hacia tareas extracurriculares que le permitan al alumno desarrollar sus capacidades de investigación (talleres, círculos de estudio, entre otros), vii) la percepción social que la Universidad provee títulos y no forma personas, profesionales con capacidades científicas pero también con capacidades humanas que le permitan tener verdadero éxito en la vida, viii) un entorno social en el cual el “profesional” puede desenvolverse con relativo “éxito” aún careciendo de capacidades para la investigación científica; y en el cual además predominan los consumidores de tecnología y de teoría científica y no los creadores de ésta. Entre otros aspectos.

Comentario aparte merecen los trabajos que son producto de la curiosidad intelectual del alumno, que generalmente se publican en revistas estudiantiles, y de las tesis o tesinas que se sustentan para obtener el grado académico profesional. En este segmento suele haber mayor rigurosidad científica en la investigación, pero no al nivel que se espera pues en ellos también se repiten las carencias de lo producido en pregrado, y las causas suelen ser las mismas. Sólo tendríamos que adicionar dos aspectos: i) la errónea percepción que la Universidad es una suerte de agencia de empleos, que funciona con la sola expedición del “título”, y como consecuencia ii) la idea que la tesis o tesina es una suerte de último obstáculo o valla para obtener el ”título”, y no la consecuencia natural de un proceso de enseñanza aprendizaje, luego del cual debemos empezar a producir teoría y   tecnología, esto es conocimientos y productos especializados. 

Sin duda todo ello debe enmarcarse en el compromiso que cada cual tiene consigo mismo y con la sociedad a la cual se debe.  

IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACION CIENTIFICA EN LA UNIVERSIDAD

Dicho esto, proponemos algunas cuestiones: ¿Cuán importante es la investigación científica en nuestras jóvenes generaciones universitarias? ¿Cómo se relaciona el desarrollo de un país con la investigación científica? ¿Para que sirve la investigación a nivel personal y a nivel colectivo? ¿Reciben los jóvenes por parte de sus maestros las debidas orientaciones para aprender a investigar?  

Se tratan de interrogantes que permanente realizamos en la docencia del curso  metodología de la investigación, pero que sin duda inquietan a todos los docentes que se proponen la dura y algunas veces frustrante tarea de estimular en sus alumnos el interés por la investigación científica 

En el proceso de enseñanza aprendizaje que se desarrolla en la Universidad, más que la información, los conocimientos o los datos, importa proporcionar al alumno las capacidades intelectuales, los métodos y las herramientas que le permitan desenvolverse en el ámbito de su profesión, lo cual es proveído por la investigación científica, la misma que debe constituir un aspecto central en la formación universitaria; pero a pesar de ello se soslaya el problema. ¿Cómo entonces abordar este tema y proponer soluciones válidas?

Sin duda la tarea principal se instala en el ámbito mismo de la Universidad, quien debe estar conciente de su rol de motor fundamental del desarrollo de la sociedad. En ese sentido la Universidad debe ser un espacio de élite intelectual que procure proveer de las mejores mentes a la comunidad y de los frutos que ellas habrán de ofrecer. Con la investigación científica se pueden lograr tales objetivos, ya el prestigio y el reconocimiento a la institución vienen por añadidura. 

También debe intervenir el Estado, procurando generar mecanismos legales y una actuación política a favor de la competitividad y la producción científica, proveyendo de adecuados presupuestos, generando los incentivos y estímulos necesarios, dotando de infraestructura a las instituciones y promoviendo convenios con universidades de países desarrollados. Un ejemplo de una acción inmediata que debe tomarse es el retorno al sistema de bachillerato anterior a la dación de la Ley Nº 23733, promulgada en 1983, que creo el sistema del llamado “bachillerato automático”, tan perjudicial para la investigación científica que se venía produciendo en la Universidad peruana.

El vínculo de la Universidad con la sociedad civil y el sector privado no es ajeno a la investigación científica pues en países donde la Universidad produce ciencia y tecnología hay una suerte de colaboración beneficiosa que se convierte en un círculo virtuoso, pues al invertir la empresa en la investigación, la Universidad produce beneficios para las empresas y para la comunidad en su conjunto. Este es un dato que se puede corroborar en los rankings nacionales y extranjeros que colocan como mejores universidades a las que se avocan a la investigación científica.

De ese modo pues consideramos que, a efectos de estimular la investigación científica se debe ampliar la programación curricular para incrementar los cursos de metodología. Igualmente consideramos que la investigación debe estar presente en todos los cursos de la carrera y que se debe evitar el error de darle a tales cursos una connotación exclusivamente teórica y en lo posible orientar la enseñanza hacia la práctica, pues el valor de la investigación científica no radica en un ejercicio puramente teórico sino que persigue un fin practico que es mejorar la calidad de la vida humana a través de la tecnología.

Finalmente, creemos que la Universidad puede generar un mejor ámbito para la investigación científica si promueve la creación de espacios para el intercambio y creación de conocimientos más allá del que se realiza en el aula, esto es con la implementación de talleres, círculos de estudios, conferencias y en general una vida académica permanente.

Este es sólo un esbozo provisional de un tema que creemos debe debatirse ampliamente y sobre el cual se deben tomar acciones inmediatas para introducir en la Universidad un verdadero espíritu académico del cual a la larga saldremos todos beneficiados. Recordemos que la mejor inversión de un pueblo es la educación y que esta educación cuando es crítica, libre y creativa produce buenos frutos. 


EL ORIGEN DE LA CIENCIA


El astrofísico Carl Sagan, gran divulgador de la ciencia, nos narra en este video cómo surge el pensamiento racional, la ciencia, en las colonias griegas del Mediterráneo, en el siglo VII a.C.

jueves, 26 de abril de 2012

EL VALOR DE LA FILOSOFIA

Hemos querido iniciar este blog con un texto de Bertrand Rusell que forma parte de su obra  "Los Problemas de la Filosofía"

Las reflexiones que realiza el filósofo inglés en las líneas que siguen están dirigidas al ser humano en general, pues poseen relevancia universal. Pero consideramos que son particularmente necesarias para todo aquel que se encuentra vinculado al ejercicio de la actividad científica, pues en el origen del quehacer del hombre de ciencia siempre debe estar la reflexión filosófica, que es una constante búsqueda por develar la realidad. Esa que encubrimos a veces con mitos y fantasías religiosas.


".... De hecho el valor de la filosofía debe ser buscado en una larga medida en su real incertidumbre. El hombre que no tiene ningún barniz de filosofía, va por la vida prisionero de los prejuicios que derivan del sentido común, de las creencias habituales en su tiempo y en su país, y de las que se han desarrollado en su espíritu sin la cooperación ni el consentimiento deliberado de su razón. Para este hombre el mundo tiende a hacerse preciso, definido, obvio: los objetos habituales no le suscitan problema alguno; y las posibilidades no familiares son desdeñosamente rechazadas. Desde el momento en que empezamos a filosofar hallamos por el contrario (...)  que aún los objetos más ordinarios conducen a problemas a los cuales sólo podemos dar respuestas muy incompletas. La filosofía, aunque incapaz de decirnos con certeza cuál es la verdadera respuesta a las dudas que suscita, es capaz de sugerir diversas posibilidades que amplían nuestros pensamientos y nos liberan de la tiranía de la costumbre. Así, al disminuir nuestro sentimiento de certeza sobre lo que las cosas son, aumenta en alto grado nuestro conocimiento de lo que pueden ser; rechaza el dogmatismo algo arrogante de los que no se han introducido jamás en la región de la duda liberadora y guarda vivaz nuestro sentido de la admiración, presentando los objetos familiares en un aspecto no familiar.

Aparte de esta utilidad de mostrarnos posibilidades insospechadas, la filosofía tiene un valor – tal vez su máximo valor- por la grandeza de los objetos que contempla, y la liberación de los intereses mezquinos y personales que resultan de aquella contemplación. La vida del hombre instintivo se halla encerrada en el círculo de sus intereses privados: la familia y los amigos pueden incluirse en ella, pero el resto del mundo no entra en consideración, salvo en lo que puede ayudar o entorpecer lo que forma parte del círculo de los deseos instintivos.

Esta vida tiene algo de febril y limitada. En comparación con ella, la vida del filósofo es serena y libre. El mundo privado de los intereses instintivos, es pequeño en medio de un mundo grande y poderosos que debe, tarde o temprano arruinar nuestro mundo peculiar. Salvo si ensanchamos de tal modo nuestros intereses que incluyamos en ellos el mundo entero, permanecemos como una guarnición en una fortaleza sitiada, sabiendo que el enemigo nos impide escapar y que la rendición final es inevitable. Este género de vida no conoce la paz, sino una constante guerra entre la insistencia del deseo y la importancia del querer.

Si nuestra vida ha de ser grande y libre, debemos escapar de uno u otro modo de esta prisión y de esta guerra.

Un modo de escapar a ellos es la contemplación filosófica. La contemplación filosófica, cuando sus perspectivas son muy amplias, no divide el universo en dos campos hostiles- los amigos y los enemigos, lo útil y lo adverso, lo bueno y lo malo-; contempla el todo de un modo imparcial. La contemplación filosófica cuando es pura no intenta probar que el resto del universo sea afín al hombre.

Toda adquisición de conocimiento es una ampliación del yo, pero esta ampliación es alcanzada cuando no se busca directamente. Se adquiere cuando el deseo de conocer actúa por sí solo, mediante un estudio en el cual no se desea previamente que los objetos tengan tal o cual carácter, sino que el Yo se adapta a los caracteres que hay en los objetos.

Esta ampliación del Yo no se obtiene, cuando partiendo del Yo tal cual es, tratamos de mostrar que el mundo es tan semejante que este Yo, que su conocimiento es posible sin necesidad de admitir nada que parezca serle ajeno. El deseo de probar esto es una forma de la propia afirmación y como toda forma de egoísmo, es un obstáculo para el crecimiento del Yo que se desea y del cual conoce el Yo que es capaz. El egoísmo en la especulación filosófica como en todas partes, considera al mundo como un medio para sus propios fines; así cuida menos del mundo que del Yo, y el Yo pone límites a la grandeza de sus propios bienes. En la contemplación, al contrario partimos del no –Yo, y mediante su grandeza son ensanchados los límites del Yo; por el infinito del universo, el espíritu que no contempla participa un poco del infinito.

..En la contemplación, todo lo personal o privado todo lo que depende del hábito, del interés propio o del deseo perturba el objeto y, por consiguiente la unión que busca el intelecto. Al construir una barrera entre el sujeto y el objeto, estas cosas personales y privadas llegan a ser una prisión para el intelecto. El espíritu libre verá como Dios lo pudiera ver sin ni aquí ni ahora, sin esperanzas ni temor- fuera de las redes de las creencias habituales y de los prejuicios tradicionales- serena, desapasionadamente y sin otro deseo que el del conocimiento, casi un conocimiento impersonal, tan puramente contemplativo como sea posible alcanzarlo para el hombre. Por esta razón también el intelecto libre apreciará más el conocimiento y universo, en el cual no entran los accidentes de la historia particular, que el conocimiento apartado por los sentidos, y dependiente, como es, forzoso en estos conocimientos, del punto de vista exclusivo y personal y de un cuerpo cuyos órganos de los sentidos informan más que revelan.

El espíritu más que acostumbrado a la libertad y a la imparcialidad de la contemplación filosófica, guardará algo de esta libertad y de esta imparcialidad en el mundo de la acción y de la emoción. Considerará sus proyectos y sus deseos como una parte de un todo, con la ausencia de la insistencia que resulta de ver que son fragmentos infinitesimales en un mundo en el cual todo permanece indiferente a la acción ce los hombres. La imparcialidad que en la contemplación es el puro deseo de la verdad, es la misma cualidad de espíritu que en la acción, se denomina justicia y en la emoción es este amor universal que puede ser dado a todos y no sólo a aquellos que juzgamos útiles o admirable. Así la contemplación no sólo amplia los objetos de nuestro, sino también los objetos de nuestras acciones y afecciones; nos hace ciudadanos del universo, no sólo de una ciudad amurallada en guerra con todo lo demás. En esta ciudadanía del universo, consiste la verdadera libertad del hombre y sus liberaciones del vasallaje de las esperanzas y de los temores limitados.

Para resumir nuestra discusión sobre el valor de la filosofía: la filosofía debe ser estudiada no por las respuesta concretas a los problemas que plantea, puesto que, por lo general, ninguna respuesta precisa puede ser conocida como verdadera, sino más bien por el valor de los problemas mismos; porque estos problemas amplían nuestra concepción de lo posible, enriquece nuestra imaginación intelectual y disminuye la seguridad dogmática que cierra el espíritu a la investigación; pero ante todo por que por la grandeza del universo que la filosofía contempla, el espíritu se hace a su vez grande y llega  a ser capaz de la unión con el universo que constituye su supremo bien."