domingo, 3 de junio de 2012

IDEAS, REFLEXIONES Y SUGERENCIAS PARA LA HORA DE LA TESIS


Presentación

Se ha escrito profusamente sobre técnicas y metodologías aplicables a la investigación y redacción de tesis. La bibliografía al respecto es de reconocida calidad académica y valioso contenido pragmático. No obstante ello, la realización de las tesis, de grado o posgrado, sigue siendo un umbral difícil de superar para muchos de los estudiantes que alcanzan ese nivel, es decir profesionales o cuasi profesionales, que se presumen dotados de una capacitación amplia en el manejo de recursos de indagación, análisis y exposición.
Es por eso que he decidido, en base a mi experiencia personal como investigador, escritor y consultor en elaboración de tesis, esbozar algunas ideas sueltas que quizá puedan contribuir a modificar positivamente la percepción que muchas personas tienen al respecto.
La intención no es reiterar aquello que está amplia y claramente ofrecido en la bibliografía existente sino aportar pensamientos, reflexiones y afirmaciones que pudieran contribuir a fluidificar el vínculo relacional entre el trabajo de tesis y quienes deben abordarlo.

Ideas, reflexiones y sugerencias
  • Para hacer una tesis hay que ponerse a hacerla. No es una obviedad, es una sugerencia directa de no postergación con excusa alguna.
  • Comenzar sin dilaciones. Un descanso justificado puede ser de una o dos semanas. Más tiempo que ese no resulta ni necesario ni recomendable.
  • Cada paso de la tesis es en sí mismo un proceso de creación y aprendizaje que merece ser transitado con entrega, entusiasmo y satisfacción. La tesis no se padece, ni se soporta, ni se asume como carga, ni mucho menos se soslaya, sino que se disfruta.
  • No obstante tener que cumplir ciertos requisitos estructurales y formales de carácter académico y científico, la tesis es un trabajo maleable, y por lo tanto capaz de adoptar y reflejar las características personales de su autor.
  • La tesis es una herramienta casi iniciática. Es la ocasión que proponen los profesionales de un área a la que nos estamos integrando, de manifestarnos por primera vez como sus pares, sus colegas.
  • Si bien debe desarrollar un tema, subtema o enfoque novedoso, no reclama revolucionar los conocimientos y conceptos vigentes, sino la simple mirada diferente sobre un aspecto  que constituirá un aporte valedero al conjunto.
  • Escribir lo que se piensa y pensar lo que se escribe.
  • Valorar el propio aporte. Convencerse de que la humilde contribución personal, que se hará mediante la tesis a la materia en cuestión, será realmente de valor para los colegas y estudiosos.
  • Mirar desde la perspectiva de la tesis o con los “anteojos de tesis”. Esto equivale a decir estar siempre atento a todo lo que se escucha, se ve o se lee y a su eventual relación, directa o indirecta, con el objetivo de tesis. A veces a nuestro alrededor hay elementos contribuyentes que no advertimos si no estamos lo suficientemente atentos.
  • No dejar que las ideas pasen de largo. El constante pensar en los contenidos de la tesis hace que la mente trabaje en ello aun en forma inconsciente. De ahí que en cualquier momento y lugar puede ocurrírsenos algo referido a su contenido, forma o realización. Tengamos siempre papel y bolígrafo a mano y anotemos esas ideas que pueden resultar de gran utilidad.
  • La tesis se hace trabajando. Por ello será necesario establecer momentos y lugares adecuados en los cuales dedicarse a ella con continuidad.
  • La elección del asesor, tutor o guía de tesis es muy importante. Un tutor de tesis no es una figura destacada en la materia con la cual avalar nuestros contenidos, sino un maestro dedicado y constante que nos acompaña a transitar el camino.
  • La empatía del tutor con el investigador de tesis no garantiza los resultados finales pero asegura el desarrollo armónico del trabajo que conduzca a buen puerto.
  • El tutor o asesor es un facilitador metodológico. Si no cumple ese rol, su presencia puede acercarse más a un obstáculo que a un factor contribuyente.
  • Quien realiza una tesis debe estar consustanciado con su temática e importancia académica y profesional. La pasión promueve la acción.
  • El tiempo ocioso desgasta la motivación, reduce el ritmo de trabajo y es una invitación a la apatía intelectual.
  • La tesis es el corolario de la motivación que originalmente condujo a transitar una carrera de grado o posgrado. Es una transición entre la situación de educando y el profesionalismo.
  • Es necesaria la motivación psicológica e intelectual que actúe como motor y brújula de la labor. No se puede encarar una tarea de imaginación y planteo de hipótesis, de indagación general temática y búsqueda de fuentes, de valoración y estimación de éstas, de ordenamiento y planificación de contenidos, de análisis y conclusiones, con el estigma de la carga indeseada. 
  • La tesis no es más que la forma escrita del pensamiento de un profesional respecto de una cuestión específica y puntual. Un conjunto de ideas y una posición racionalmente sostenible respecto de ellas. La investigación requiere de un desarrollo ordenado, lógico, racional, coherente y explicito de un pensamiento, en casos hipotético, en casos monográfico.
  • Es la tesis la oportunidad que el sistema y los docente nos ofrecen para que “hablemos nosotros”, la oportunidad de decir y expresarnos y de salir, si es que en ella hemos estado, de la pasividad receptiva del estudiante y proyectarnos a la proactividad indelegable del profesional. 
  • Nada podremos hacer si no tenemos en claro qué queremos hacer. Esto parece una verdad de Perogrullo, pero sin embargo se percibe en muchos casos, ya avanzado el trabajo, la falta de claridad respecto del objetivo a alcanzar mediante el mismo. Es preferible hablar, simplemente, de tema o contenido. Más allá o más acá de la hipótesis, lo que se debe identificar con absoluta claridad es el tema a tratar, su dimensión y alcance.
  • Pongamos un ejemplo sencillo a la hora de diseñar el trabajo de tesis, plantear su temática, enfoque y límites. Supongamos que queremos demostrar que la falta de mantenimiento en los semáforos es causal de accidentes. 
  • Eso, así planteado, no puede constituir nuestra hipótesis porque es impreciso en todo sentido. Deberíamos señalar en qué período de tiempo se hace el estudio, en qué radio urbano, ciudad, barrio, etc. qué tipo de accidentes serán relevados, etc.
  • Lo pragmáticamente aconsejable es pensar el tema, tomar nota de las ideas que se nos van ocurriendo, analizar las ventajas y desventajas de cada previsión, delinearlo, imaginar su desarrollo, ajustar. En la medida en que uno o varios temas se van consolidando como potenciales elegidos para la realización del trabajo, hemos de comenzar a buscar información sobre ellos. Un primer nivel de aproximación ofrecerá asimismo, elementos para una mejor valoración y ajuste del tema inicialmente propuesto.
  • ¿Cómo iniciar la búsqueda de información para una tesis? Sencillo: Desde el principio. Es decir, debemos buscar, si seguimos el ejemplo de los semáforos comenzaremos por la elementalísima tarea de indagar respecto de su funcionamiento, su conformación técnica, su configuración funcional, etc. Posteriormente buscaremos saber quiénes son los responsables de mantenerlos funcionando, de controlar su buen desempeño, cuáles son las normas de tránsito vigentes, cual el diseño urbano del lugar, etc.
  • ¿Dónde estará la información?. Pues la información se halla diseminada en muchas partes. Será nuestra misión encontrarla, clasificarla, valorarla, seleccionarla, particionarla, según nuestras necesidades.
  • Un primer acercamiento a la información es recomendable desde la propia biblioteca. Aun lo que parezca obvio debe ser confirmado. Es así como resultan de suma utilidad diccionarios, enciclopedias, anuarios, atlas, etc., que nos permitan situarnos en orden a las definiciones que requiera el tema, es decir de sus elementos, actores, espacios, etc.
  • Ningún elemento debe darse por sobreentendido. Todos los factores deben ser caracterizados y justipreciados.
  • Algo de fundamental importancia es la toma de notas, fichas o registro de cualquier índole que asegure la captura de la información y la clara mención de su fuente. Esto nos permitirá comenzar a transitar sobre un camino firme y nos evitará eventuales dolores de cabeza a la hora de redactar y mencionar las citas.
  • Lo prácticamente recomendable es una preclasificación de toda la información a la que se vaya accediendo. De manera material o virtual, en carpetas, sobres, follos, cajas o de la manera más conveniente y accesible al usuario, es recomendable ir separando por aproximación de temas y subtemas o capítulos. De igual manera las notas propias, borradores de textos elaborados, etc.
  • El no encasillamiento es una cuestión mental y de perspectiva. La preclasificación es una cuestión de orden práctico.
  • Un segundo nivel de aproximación es la búsqueda en Internet. No vamos a redundar aquí en cuanto a la valoración que debe hacerse de las fuentes on line, ni de la forma en que deben ser citadas ya que son cuestiones ya ampliamente tratadas en otros trabajos.
  • Ninguna fuente reemplaza a la bibliográfica sino resulta complementaria respecto de ella.
  • La construcción de un trabajo de investigación no se hace en torno de tareas modulares en tiempo y espacio. Cuando hablamos de uno u otro paso a seguir, lo hacemos de modo orientativo, pero de ningún modo queremos significar que cada parte del proceso deba estar restringida a un momento y a un lugar.
  • Siempre tendremos en mente la totalidad del trabajo como lo hemos imaginado originalmente y la contribución que cada parte aportará a ese conjunto, a ese sistema de ideas.
  • El avance del proceso de elaboración de la investigación, monografía o tesis conlleva un entramado de modo tal que, mientras se transita la segunda parte de uno de los trayectos, se visualiza la totalidad y se comienza a anticipar la primera parte del próximo tramo.
  • Cuando imaginamos cuál será el tema o la hipótesis, y a medida en que avanzamos en esa presunción, ya estamos pensando en las primeras fuentes que consultaríamos, más aun, comenzamos a acceder a ellas lenta y progresivamente.
  • Cuando consultamos las primeras fuentes ya visualizamos las necesidades de indagación en otras y cuando transitamos las fuentes vamos tomando nota y especulando con las posibilidades que éstas nos dan en orden al avance del trabajo, como así en relación con las interacciones y vinculaciones que nos llevarán a conclusiones.
  • Mientras se busca información, no debe dejarse de lado la visión totalizadora. Ello nos permitirá clasificar el material hallado en función de su eventual utilización en el conjunto del trabajo.
  • Regresando una vez más al ejemplo de los semáforos, vemos que en el momento inicial de la aproximación temática buscamos datos técnicos e históricos. Esta información, lejos de agotar su utilidad en la introducción, debe ser adecuadamente separada y acopiada con destino a los futuros capítulos que la requieran, en este caso el técnico por un lado, el histórico por el otro.
  • Algo que resulta de mucha utilidad para la realización de trabajos monográficos, tesis, tesinas y otras investigaciones es la realización de mapas conceptuales que nos permitan tener siempre a la vista y de manera clara las partes, funciones, caminos y objetivos de la labor propuesta.
  • Un mapa conceptual nos permitirá diseñar un modelo tentativo. No es necesario atarse a él. Por el contrario, el sendero nos mostrará eventuales discrepancias y nos permitirá hacer las correcciones necesarias en el mapa mismo.
  • En la práctica, el mapa conceptual nos permite ver una serie de elementos y procesos. Unos casilleros y unos signos de flujo que los vincularán activamente. Esos espacios, que no son compartimientos estancos sino partes de una misma cosa, deberán ser “cargados”, primero con la información en bruto y luego con el discurso elaborado. Nos mostrarán con claridad qué es lo que tenemos en cada uno y qué lo que nos falta todavía, como así la relación vincular imaginada originalmente entre ellos, su función y necesidad a los fines de alcanzar el objetivo.
  • Las citas correctas no solo dan cuenta del debido respeto a los autores referidos sino también hablan por sí mismas de la honestidad intelectual de quien las hace y su apego a las normas académicas.
  • La cantidad ilimitada de fuentes y contenidos reclama su selección con criterios valorativos y cuantitativos. Dado que todas no pueden asimilarse ni es necesario que se haga, deberá optarse por aquellas fuentes de mayor credibilidad y transparencia y cuyos contenidos se adecuen a las necesidades del proceso de elaboración del propio discurso.
  • Cuando dos o más fuentes consultadas se contradicen, deberá hacerse un análisis paralelo de valoración y cotejo hasta llegar a una información aceptable como cierta o dejarse constancia del conflicto en el propio trabajo.
  • Si alguna fuente de valor reconocido se opone a nuestras propias hipótesis y/o datos, resultará ineludible un análisis pormenorizado y hasta el eventual replanteo de todo el trabajo.
  • Todo tesista tiene el derecho (en casos el deber moral)de incluir en su trabajo un página de agradecimientos y/o dedicatorias y/o reconocimientos. No modifica sus cualidades desde las perspectiva científica o académica pero es signo de eticidad.
  • La tesis debe ser terminada. Se debe tomar la determinación de darle un cierre, venciendo la sensación de que le falta algo más. La culminación del trabajo no significa de modo alguno que el tema se agote en él. Ninguna cuestión se agota en tesis alguna.

Algunos libros sobre el tema:
  • Blustein, Manuel I. Qué es una tesis doctoral En: Temas de pedagogía universitaria. Santa Fe : Universidad Nacional del Litoral, 1957. 
  • Botta, Mirta. Tesis, tesinas, monografías e informes: nuevas normas y técnicas de investigación y redacción. Buenos Aires: Biblos, 2007
  • Eco, Umberto. Cómo se hace una tesis: técnicas y procedimientos de estudio, investigación y escritura. Barcelona: Gedisa, 2004
  • Manzo, Abelardo J. Manual para la preparación de monografías: una guía para presentar informes y tesis. Buenos Aires: Humanitas, 1986
  • Muñoz Razo, Carlos e Marcela Benassini Félix. Cómo elaborar y asesorar una investigación de tesis. México: Pearson Educación, 1998
  • Rezzónico, Ricardo C. Comunicaciones e informes científicos, académicos y profesionales en la sociedad del conocimiento: tesis, monografías, artículos, ensayos, memorias, tesinas, ponencias, póster, informes técnicos, comunicaciones, otros : guía para su diseño, ejecución, presentación y defensa. Córdoba: Comunicarte, 2003
  • Sabino, Carlos A. Como hacer una tesis: guía para la elaboración y redacción de trabajos científicos. Buenos Aires: Humanitas, 1986
  • Fuente: Biblioteca Nacional de Maestros, consulta en línea, vocablo “tesis”, resultados seleccionados de manera aleatoria 
  • http://www.me.gov.ar/bnm/    (catálogos – libros )


Autor:
Lic. Jorge Eduardo Padula Perkins 
Argentina - Octubre de 2008

1 comentario:

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