miércoles, 1 de agosto de 2012





Opini�n


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DEBATE 
Ventajas de la tolerancia 



Fernando Savater FILOSOFO ESPAÑOL 

La tolerancia es la disposición cívica a convivir armoniosamente con personas de creencias diferentes y aun opuestas a las nuestras, así como con hábitos sociales o costumbres que no compartimos.

La tolerancia no es mera indiferencia sino que implica en muchas ocasiones soportar lo que nos disgusta: por supuesto, ser tolerante no impide formular críticas razonadas ni obliga a silenciar nuestra forma de pensar para no "herir" a quienes piensan de otro modo. La tolerancia es de doble dirección, es decir que el precio de no prohibir o impedir la conducta del prójimo tiene como contrapartida que éste se resigne a objeciones o bromas de quienes tienen preferencias distintas. Por supuesto, la cortesía recomienda en muchos casos moderación, pero es una opción voluntaria, no una obligación legal. Ser tolerante no exige ser universalmente adquiescente. Además, lo que siempre debe ser respetado son las personas, no sus opiniones o sus comportamientos.

Por supuesto, la tolerancia exige un marco compartido de instituciones que deben ser acatadas por todos: quien las niega o las hostiliza está negando también su propio derecho a ser tolerado.

Disfrutar de las ventajas de la tolerancia pública impone también a cada cual renunciar a ejercer formas de intolerancia privada. Ser tolerante no es ser débil sino ser lo suficientemente fuerte y estar lo suficientemente seguro de las propias elecciones como para convivir sin escándalo ni sobresalto con lo diverso, siempre que se atenga a las leyes.

Lo que realmente se opone a la tolerancia es el fanatismo, propio muchas veces no de los más convencidos sino de quienes pretenden acallar sus propias dudas cerrando la boca y maniatando a los demás. Como bien dijo Nietzsche, "el fanatismo es la única fuerza de voluntad de la que son capaces los débiles".

Las sociedades más intolerantes son aquellas que por lo general se desmoronan con mayor facilidad en cuanto se autoriza en su seno expresar la disidencia que rompe con la uniformidad establecida.

Copyright Clarín y Fernando Savater, 2007.


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